Hongos mágicos
- Julieta Carranza Velázquez, bióloga, especialista en micología, profesora jubilada de la Universidad de Costa Rica
El tener sensaciones más allá de lo que perciben nuestros sentidos ha fascinado siempre al ser humano.
El tener sensaciones más allá de lo que perciben nuestros sentidos ha fascinado siempre al ser humano.
Las hormigas del género Atta (zompopas) son cortadoras profesionales de hojas; son tan eficientes que pueden arrasar con un bosque en cuestión de días. Sin embargo, no pueden alimentarse directamente de ellas, por lo cual necesitan de un hongo (Lepiotaceae) que las descomponga.
Los primeros cultivos de hongos comestibles se iniciaron en China, alrededor del año 600 e.c. Muchos años después esta práctica pasó a Europa y fue en Francia -en el siglo XVII- donde por primera vez se cultivó el champiñón.
Los hongos causan pérdidas millonarias en cultivos agrícolas, en plantaciones forestales, en granos almacenados (micotoxinas), por sustituciones de estructuras de madera en construcciones y por contaminación de productos alimenticios o químicos (pintura, creosota y kerosene).
Las bebidas obtenidas por procesos de fermentación causados por hongos, se conocen desde hace miles de años.
Los hongos se asocian con algas y cianobacterias para formar los líquenes.
Las poblaciones más antiguas relacionadas con la producción de vino existieron de 8 000 a 5 000 años a.e.c. Ocupaban las regiones al sur del Cáucaso, principalmente Georgia e Irán, pero también Turquía y Armenia. Se considera que posiblemente Georgia fue la cuna de la domesticación de la vid y el origen de la viticultura (prácticas y técnicas aplicadas al cultivo de la vid), pues se han hallado residuos de vino en cerámicas neolíticas en dicha zona.
Los hongos son conocidos por producir enfermedades (micosis) en el ser humano y en los animales, pero también a partir de ellos se han obtenido gran cantidad de compuestos que contribuyen a salvar vidas humanas y la de muchos animales.
Desde los inicios de la humanidad, los hongos han convivido con el ser humano y lo han afectado positiva y negativamente. Le pueden causar enfermedades, pero también pueden curarlo; unos atacan sus cultivos, pero otros controlan las plagas; algunos son venenosos, pero otros le sirven de alimento y para producir bebidas.
El ser humano siempre se ha sentido atraído por los hongos y se cree que los consumía desde tiempos prehistóricos. Desde hace más de 13 000 años, existen registros de consumo de hongos en Chile. En estudios de comportamiento de monos, se ha observado que algunos de ellos se alimentan de hongos, por lo cual no es raro pensar que los humanos prehistóricos los comieran.